Tamaño del mercado de fianzas y sus indicadores
- Santiago Federico del Castillo
- 30 oct
- 6 Min. de lectura

(Este apartado resume con datos el tamaño y crecimiento del mercado de fianzas, complementando la información anterior.)
· Primas emitidas: $16.6 mmdp en 2024[8], con un crecimiento nominal de ~4.7% respecto a 2023. La tendencia reciente ha sido de recuperación: en 2021 se emitieron 12 mmdp, en 2022 fueron 15 mmdp y en 2023 cerca de 16 mmdp[9]. Para 2025 se estima un ligero incremento hacia ~$17 mmdp en primas totales (en escenario base).
· Número de pólizas: 1.33 millones de pólizas de fianza emitidas en 2024[8], reflejando la atomización del mercado (muchas pólizas de monto relativamente pequeño en su mayoría).
· Participación sectorial: ~2% de la prima directa del sector asegurador+afianzador en 2023[10], porcentaje que posiblemente bajó ligeramente en 2024 dada la mayor expansión de otros ramos de seguros. Las fianzas siguen siendo un nicho especializado dentro del mercado financiero mexicano.
· Crecimiento real: 0.5% anual real en 2024[3] (es decir, prácticamente estancado al descontar inflación). Este dato contrasta con el crecimiento de 12% nominal del total del sector asegurador en 2024, indicando que las fianzas crecen más lento que otros seguros. El fin de las macro-obras del sexenio anterior, así como el cambio de sexenio y la transición política sin duda han afectado.
(Tabla de indicadores presentada arriba para mayor claridad.)
🔹 Principales actores del sector (Top 10)El negocio de las fianzas en México está concentrado en unas cuantas instituciones. Se cuentan alrededor de 18 afianzadoras autorizadas en el país, pero 6 empresas acumulan cerca del 75% de las primas emitidas[13]. Según datos de CNSF 2025, los líderes por prima directa son: Aseguradora Aserta/Insurgentes (~19-20% del mercado), Chubb Fianzas (~16-17%), Afianzadora Sofimex/Dorama (~19-20%), Berkley International Fianzas (~7-8%) y Liberty (~4-5%) y Tokio Marine (~4%)[13]. Estas seis encabezan el sector por ingresos, mientras que las demás compiten por porciones menores. Completan el Top 10 jugadores como Fianzas Atlas, Avanza (con un crecimiento sorprendente en 2025), AVLA (nueva afianzadora chilena) y Mapfre, cada uno con cuotas de mercado más reducidas (del 2% al 5% aproximadamente).
Podemos decir que el sector se divide en 3 tamaños:
· El grupo de las 3 grandes (Grupo Aserta, Chubb y Sofimex/Dorama)
· Las medianas (Berkley, Tokio Marine, Atlas, Liberty, Avanza y AVLA)
· Las pequeñas (MAPFRE, Crédito Afianzador, CESCE, Fiducia, ASECAM y Zurich)
No solo en primas, también en número de pólizas se observa concentración similar. Las mismas seis compañías mencionadas abarcaron ~79% de las pólizas emitidas en 2023[13]. Sin embargo, hay diferencias interesantes entre el ranking por primas y por pólizas: por ejemplo, Sofimex emitió la mayor cantidad de pólizas (20.7% del total en 2023), indicando que maneja muchos contratos de menor monto, mientras que Aserta con menos pólizas logró la mayor participación en primas (reflejando pólizas de mayor suma afianzada en promedio)[13]. Este contraste se repite con otras: afianzadoras como Liberty tienen una posición destacada en número de pólizas (6.4% del total) pero no tanto en prima emitida[13], lo cual sugiere un enfoque en segmentos de negocio de montos bajos (por ejemplo, fianzas judiciales individuales o crédito). En síntesis, el mercado está dominado por un puñado de empresas grandes, seguido de varias especializadas en nichos.
Para cualquier nuevo competidor (incluyendo eventuales insurtechs), escalar en este sector implicaría que en lugar de buscar atacar un mercado ya atendido, buscar nuevos nichos tradicionalmente olvidados o no atacados como las garantías entre privados o el resurgimiento de ramos olvidados como Fidelidad. También surge la noción de fianzas embebidas; fianzas que se emitan al momento de contratar servicios. Podemos ver el caso de la afianzadora AVLA que llegó a México en 2020 bajo la promesa del uso de machine learning y el uso de inteligencia artificial, sin embargo la promesa se quedo en eso, y en la operación diaria cayó en las redes de la burocracia papelista que gobierna a casi todo el sector.
Resulta pertinente mencionar el caso de las afianzadoras Aserta e Insurgentes, pertenecientes ambas al Grupo Aserta. Aunque operan de forma independiente, comparten un mismo organigrama corporativo, motivo por el cual en el siguiente cuadro se presentan “juntas”. Una situación similar ocurre con Sofimex y Dorama, que comparten consejo directivo y accionistas, aunque no su estructura organizacional. Esto les otorga, en teoría, independencia total en sus procesos de suscripción y en sus criterios técnicos; sin embargo, dicha relación también explica que sus resultados aparezcan agrupados en la tabla.
Participación y crecimiento de Afianzadoras y Aseguradoras de Caución *Fuente: Oficina de Vinculación de Garantías.
Nota aclaratoria: Es pertinente señalar que Inbursa suele excluirse de las comparativas del sector, dado que concentra un mercado cautivo compuesto principalmente por los negocios vinculados a las empresas del Grupo Carso. En particular, destaca su participación en las denominadas —aunque de manera imprecisa— “Fianzas de Fidelidad”, utilizadas de forma masiva por los usuarios de líneas telefónicas Telcel.
🔹 Ramos más comercializadosLas fianzas no son todas iguales; se dividen en ramos o tipos según la naturaleza de la obligación garantizada. En México, cuatro categorías concentran prácticamente todo el mercado afianzador[14]:
Fianzas Administrativas: Son las más importantes, representando 75.2% de la prima emitida en 2024[14]. Garantizan el cumplimiento de contratos y otras obligaciones “administrativas”, principalmente en obras públicas y proveeduría gubernamental o privada (por ejemplo, contratos de construcción, suministro, arrendamiento, pago de anticipos y correcta calidad de obras)[15]. En términos de cantidad, cerca del 90% de las pólizas emitidas son de este tipo[16], pues cada proyecto adjudicado típicamente requiere varias fianzas (de cumplimiento, de anticipo, de vicios ocultos, etc.). Son esenciales para que las dependencias públicas y empresas tengan la certeza de que sus contratistas responderán en caso de incumplimiento.
Fianzas de Fidelidad: Ocupan el segundo lugar con 18.0% de las primas en 2024[14]. Estas pólizas protegen a las empresas contra pérdidas causadas por actos deshonestos de empleados o personas en quienes confían – por ejemplo robos, fraudes o desvíos de recursos internos[17]. Aunque solo aportan ~3% del número de pólizas totales[18] (pues no todas las empresas contratan esta protección), han mostrado un incremento importante: de 2024 a 2025, las fianzas de fidelidad aumentaron su participación en el mercado en 9 puntos porcentuales[19].
Fianzas de Crédito: Representan cerca de 4.7% de la prima y menos del 1% de las pólizas[16]. Sirven para garantizar obligaciones de pago en operaciones comerciales o financieras. Son similares a un aval financiero: si el deudor no paga, la afianzadora paga al acreedor hasta el monto afianzado[15]. Aunque su cuota de mercado es pequeña, suelen implicar montos elevados por póliza (prima promedio ~$80 mil pesos, la más alta entre los ramos[20]), por lo que se utilizan principalmente en transacciones de alto valor o con deudores de riesgo. Estas fianzas tienen la particularidad de que solo suelen ser aprobadas para el uso de beneficiarios como PEMEX o CFE, ya que entre otros órganos o entre particulares, las afianzadoras no suelen suscribir el riesgo por políticas internas.
Fianzas Judiciales: Constituyen aproximadamente 2.0% de la prima y alrededor del 6.5% de las pólizas emitidas[16]. Son las garantías que exige la ley o las autoridades para ciertos procedimientos judiciales o administrativos. Por ejemplo, permiten que un imputado obtenga su libertad caucional garantizando comparecencias (fianzas penales), o asegurar el pago de daños y perjuicios en juicios civiles[17], como por ejemplo garantizar el pago de la pensión alimenticia. Su valor individual suele ser bajo (prima promedio ~$4 mil pesos[20]), de ahí que sean numerosas en cantidad pero con poca prima acumulada. Las fianzas judiciales han visto una baja en participación en los últimos años[19]), esto debido a los cambios en la ley, principalmente desde la entrada en uso de los juicios orales.
** mención especial requieren las Fianzas Fiscales que entran dentro del ramo de las Administrativas, y que se usan para garantizar un monto de multa o crédito fiscal en litigio ante alguna autoridad tributaria (SAT o IMSS).
En resumen, el ramo Administrativo domina ampliamente el mercado afianzador mexicano por su vínculo con la obra pública y contratos empresariales, seguido por Fidelidad (Hay que ser cauteloso al analizar este ramo ya que más del 90% de la producción en estas fianzas se refieren al segmento cautivo de Inbursa. Los ramos de Crédito y Judicial atienden necesidades más específicas y representan proporciones menores del negocio, aunque cumplen funciones sociales y económicas importantes. En conjunto, todos estos tipos de fianzas permiten a las empresas y personas “afianzar” prácticamente cualquier obligación, aportando seguridad en diversos ámbitos de la economía.









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